Informan solo $ 23 millones al año: SII arremete contra 164 altos patrimonios que subdeclaran sus ingresos

La fiscalización de los contribuyentes denominados de alto patrimonio es uno de los ejes que ha priorizado el Servicio de Impuestos Internos (SII) desde hace ya varios años.

Y es que no solo el organismo ha reforzado el control de los activos que pertenecen a este segmento, sino que también ha puesto la lupa sobre la veracidad de las rentas que declaran. Y los hallazgos más recientes hablan de una importante subdeclaración.

Un análisis elaborado por el servicio concluye que hay un grupo importante de contribuyentes de alto patrimonio que están declarando su impuesto Global Complementario (que grava a las rentas personales) con tasas mucho menores a las que les corresponde por su nivel de riqueza.

Los altos patrimonios tributan -antes de deducciones de créditos- unos $ 2 billones en impuestos, cerca de la mitad de los $ 4,89 billones que representan los impuestos brutos a nivel país de todos los contribuyentes, sean grandes, pequeños o medianos.

En específico, la entidad detectó que más de 15 mil de los contribuyentes más acaudalados del país declaran ingresos personales y, en su defecto, un Global Complementario menor que el de los pares de su segmento. Incluso, hay algunos que se ubican en los tramos exentos al declarar ingresos menores a $ 9 millones al año.

Por ejemplo, el servicio liderado por Hernán Frigolett apunta a que en el año tributario 2022 (con ingresos generados en 2021) un subgrupo de 164 personas de alto patrimonio, pese a gozar de activos por sobre US$ 125 millones, declaran ingresos muy inferiores a lo que les corresponde a su tramo.

La metodología aplicada

Para segmentar a los contibuyentes que están subdeclarando ingresos, el SII los ubicó en tres tramos basados en su patrimonio.

En el primero se ubican quienes gozan de activos entre US$ 1 millón y US$ 5 millones. En el segundo, uno que oscila entre US$ 5 millones y US$ 125 millones; y, en el último, están quienes poseen un nivel de riqueza valorizada por sobre US$ 125 millones.

De esta forma, la mayoría de las 15.389 personas de más alto patrimonio que subdeclaran se ubican en el primer tramo, transparentando ingresos promedio de $ 9,5 millones al año -cerca del tramo exento de impuesto personal-, en circunstancias que sus pares en dicho segmento informan ingresos medios de $ 62 millones al año.

Luego hay unas 2.937 personas en el segundo tramo que dicen percibir$ 13,7 millones al año, en circunstancias que sus pares alcanzan rentas mayores a $ 148 millones por ejercicio.

En el último tramo, en tanto, se registran 164 personas que declaran solo $ 22,7 millones recibidos por ejercicio, mientras que una persona promedio de ese grupo declara al Fisco ganar más de $ 1.027 millones por año tributario (ver tabla).

Riesgo de incumplimiento

Por personas de alto patrimonio (PAP), el SII define a los contribuyentes que cumplen con tres condiciones: tener un ingreso promedio para los últimos tres períodos tributarios mayor a US$ 150 mil; o tener un patrimonio personal mayor a US$ 1 millón; o un patrimonio familiar base mayor a US$ 2 millones.

Hoy, 92.226 personas responden a los criterios para ser denominadas como altos patrimonios

“Para el SII, es fundamental la responsabilidad tributaria de este segmento, que por sus características cuentan con un mayor conocimiento de la norma tributaria y, por lo tanto, debe cumplir con un mayor nivel de exigencia al momento de declarar todos sus ingresos”, señalan desde la institución.

El análisis del organismo busca controlar los riesgos de incumplimiento en este segmento mediante dos vías: el traspaso intergeneracional de patrimonio, a través de las herencias y donaciones, por ejemplo; y la declaración y el pago del Global Complementario.

¿De qué magnitudes estamos hablando? Los altos patrimonios en Chile tributan antes de deducciones de créditos unos $ 2 billones en impuestos, cerca de la mitad de los $ 4,89 billones que representan los impuestos brutos a nivel nacional de parte de todos los contribuyentes, sean grandes, pequeños o medianos.

El servicio ha identificado entre los riesgos de incumplimiento de este segmento el uso de bienes propios de la empresa que son adquiridos para disfrazar retiros de utilidades; los ingresos informados por terceros y que no son declarados o son subdeclarados; y las rentas por activos en el extranjero que no son declaradas o son subdeclaradas, ya que el Global Complementario contempla las rentas de todas las fuentes del contribuyente, no solo las chilenas.

Fiscalización del servicio permitió al Estado recuperar más de $ 7.800 millones en impuestos no informados por este segmento

El Servicio de Impuestos Internos (SII) no solo se quedó en la identificación de los altos patrimonios que subdeclaran ingresos, sino que también les aplicó una serie de medidas de fiscalización para reducir su incumplimiento.
Así, la entidad cerró 691 revisiones por subdeclaración del Impuestos Global Complementario, las cuales corresponden a los tres tramos de personas de altos patrimonios definidos por la autoridad.
¿El resultado? El Fisco logró recuperar $ 7.891 millones en impuestos que no fueron informados por dicho segmento de contribuyentes.
Asimismo, el organismo ha definido “intensificar” las medidas preventivas para este grupo de individuos, con el envío de información a través de correos electrónicos, publicación de mensajes emergentes en el sitio web y la aplicación de observaciones basadas en cruces de información.
¿El objetivo? Fomentar el cumplimiento voluntario o la corrección voluntaria en caso de haberse detectado inconsistencias a través de la web.
“En materia de medidas preventivas selectivas, se efectuarán acciones de difusión con asesores tributarios y asociaciones gremiales que agrupen a este segmento, entregando información de esquemas tributarios y espacios de colaboración para efecto de asegurar una responsabilidad tributaria en este segmento”, explican desde el servicio.
También se contemplan auditorías y revisiones de cumplimiento para las personas que califican en el segmento de altos patrimonios, según el nivel de riesgo detectado.